Es común tener que lidiar con ideas, consejos o sugerencias no solicitados en el trabajo. Piensa en ese colega que te lanza una avalancha de preguntas como “¿Has pensado en…?” o “¿Y qué pasa con…?” » durante una presentación cuidadosamente elaborada. ¿O qué tal cuando pides información específica y las respuestas que recibes incluyen consejos no solicitados sobre aspectos de tu trabajo que no pediste? En este artículo, el autor ofrece cuatro estrategias para establecer límites en torno a las contribuciones no solicitadas con tacto, respeto y asertividad.