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La alianza anti-extrema derecha de Francia está lista para detener el ascenso de la Agrupación Nacional de Marine Le Pen en elecciones parlamentarias anticipadas que dejan a la segunda economía más grande de la eurozona insegura sobre su próximo gobierno.
Estimaciones provisionales de cuatro empresas encuestadoras sugieren que el RN, que esperaba obtener una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, puede haber sido impulsado al segundo o tercer lugar en esta elección de alto riesgo.
Según las proyecciones de Ipsos, Ifop, OpinionWay y Elabe, el Nuevo Frente Popular (NFP) podría convertirse en la principal fuerza parlamentaria con entre 170 y 215 escaños. Pero los centristas del presidente Emmanuel Macron les siguen justo detrás, y los encuestadores pronostican entre 140 y 180 escaños, muy por debajo de los 250 escaños que ocupaban en la Asamblea Nacional saliente.
Los resultados proyectados sugieren que la estrategia coordinada anti-RN, bajo la cual la izquierda y el centro retiraron a sus candidatos de la segunda vuelta, dio sus frutos. Hace sólo una semana, después de la primera vuelta, Le Pen todavía predecía con confianza que una mayoría gubernamental estaba a su alcance.
Si los resultados finales de la votación lo confirman, las proyecciones sugieren que ninguno de los tres bloques principales podrá controlar fácilmente una mayoría gobernante, lo que podría dejar a Francia en un período de impasse político.
La incertidumbre afectará tanto a Francia como a la UE, dado el enorme papel de París a la hora de influir en la política de cohesión junto con Alemania. Los mercados estaban nerviosos antes de la primera vuelta, cuando el RN estaba por delante en las encuestas, pero desde entonces se han calmado cuando parecía más probable un parlamento sin una mayoría absoluta.
En el sistema francés, el presidente elige al primer ministro, que generalmente proviene del partido con mayor delegación en la Asamblea Nacional, aunque no tenga mayoría absoluta.
Macron podría intentar reunir una coalición de diputados de diferentes partidos de izquierda, centro y derecha, pero excluyendo a RN y Francia Insumisa (LFI). Semejante acuerdo equivaldría a «cohabitación», y establecerlo podría resultar difícil dadas las amplias diferencias políticas entre las partes.
Un último recurso sería nombrar un gobierno tecnocrático encabezado por una figura experimentada pero no partidista, incluso si tal arreglo no corresponde en absoluto a la tradición política francesa.
Incluso si las proyecciones son mucho mejores de lo esperado para Macron, su autoridad saldrá debilitada de las elecciones anticipadas.
Macron se arriesgó a principios de junio al convocar elecciones anticipadas tras la derrota de su alianza centrista Ensemble contra la extrema derecha RN de Marine Le Pen en las elecciones parlamentarias europeas. El presidente justificó esta decisión, que sorprendió y enfureció a muchos miembros de su propio bando, como un momento necesario de “aclaración”.