Cuando las empresas buscan optimizar sus recursos y reducir costos, invertir en nueva tecnología o actualizar sus sistemas puede parecer un gasto que no vale la pena correr.
Pero incluso si una empresa piensa que está ahorrando dinero al no invertir en nuevas herramientas, actualizaciones y proyectos de transformación digital, la «deuda técnica» que acumula al seguir con sus sistemas heredados rápidamente significará que pagará mucho más en el largo plazo.
¿Qué es la deuda técnica?
La deuda técnica se acumula a medida que la tecnología se vuelve obsoleta e inadecuada para las necesidades de una empresa. Hoy en día, la tecnología puede considerarse obsoleta en unos pocos años o incluso antes. Si a una empresa se le queda pequeña su tecnología o ya no realiza su función adecuadamente, puede convertirse en un obstáculo para el progreso y el crecimiento en lugar de un facilitador.
Directamente, la deuda técnica se traduce en mayores costos de operación y mantenimiento de los sistemas. Pero también afecta la eficiencia, la productividad y la innovación empresarial, creando una mayor deuda que se vuelve cada vez más difícil de pagar. Lo mismo ocurre con las inversiones innecesarias en nuevas tecnologías o las inversiones demasiado rápidas, cuando sólo son necesarias actualizaciones o mantenimiento menores.
Por eso es fundamental poder evaluar eficazmente las necesidades tecnológicas de una empresa. También requiere tener una cantidad flexible de talentos y habilidades disponibles para operaciones de mantenimiento de sistemas y proyectos de transformación digital. Todo esto es parte del viaje general de la evolución digital.
¿Cómo puede una empresa evitar caer en deuda técnica? Y si tiene deudas que pagar, ¿cómo puede volver al verde?
Evaluación de necesidades empresariales
La vacilación a la hora de adoptar nuevas herramientas puede deberse a la idea de tener que adoptar nuevo software y transformar los procesos de trabajo. Pero la evolución digital no es sólo una simple sustitución de lo existente. Si bien mantener sistemas heredados puede generar una acumulación de deuda técnica para una empresa, también son clave para comprender los flujos de trabajo y las necesidades actuales de una organización.
Al recopilar datos históricos sobre diferentes sistemas en funcionamiento, una empresa puede evaluar su conjunto de aplicaciones existente e identificar aplicaciones que requieren costos y recursos significativos. Esto muestra qué funciona, qué bloquea los procesos e incluso qué no se utiliza. Luego, los tomadores de decisiones pueden reducir su pila de tecnología, solucionar problemas de aplicaciones críticas para el negocio y optimizar los recursos existentes.
Sus empleados no sólo trabajarán de manera más eficiente y utilizarán la tecnología de manera inteligente, sino que también ahorrarán más dinero. Luego, este dinero se puede invertir en actualizar el software existente e integrar nuevas soluciones si es necesario, o en contratar contratistas que les ayuden a realizar estos cambios.
Una vez completada esta evaluación, la empresa estará mejor posicionada para planificar el futuro y crear una infraestructura adaptable y preparada para el futuro. Y para evitar acumular deuda técnica, este proceso debe ser continuo.
Acercándonos al mundo de la IA
Hoy en día ya no podemos hablar de deuda técnica sin mencionar la IA. Según el último informe de McKinsey
Encuesta mundial sobre IA Para 2024, la adopción de la IA ha aumentado al 72%, después de rondar el 50% durante los seis años anteriores.
La tecnología se está convirtiendo en una necesidad para todas las empresas y, por lo tanto, deben considerar la mejor manera de integrarla. Si ya lo han hecho, entonces es cuestión de mejorar/refinar los modelos y adoptar nuevas herramientas.
Para cualquier proyecto de IA, las empresas deben explicar por qué están integrando la herramienta y qué valor comercial esperan obtener de ella. ¿Qué datos utilizará? ¿Cómo ayudará a los empleados a aumentar su eficiencia?
Esta observación es particularmente evidente en el caso de la IA generativa (GenAI). La encuesta también revela que dos tercios (65%) de los encuestados dijeron que su organización utiliza GenAI con regularidad, más del doble del porcentaje observado en la encuesta de McKinsey hace diez meses.
Tener una visión general clara de por qué utiliza GenAI puede ayudarle a decidir qué herramienta utilizar para usted. Algunas organizaciones pueden crear sus propios modelos, mientras que otras dependerán de grandes modelos de lenguaje de código abierto previamente capacitados. Es importante tener en cuenta que la calidad de los datos introducidos en el modelo determinará su precisión, eficacia y valor para su negocio.
La rápida evolución de la IA ha cambiado la forma en que las empresas ven y utilizan su tecnología, pero herramientas como GenAI aún se encuentran en sus primeras etapas. Para garantizar una adopción exitosa, las empresas deben desarrollar marcos éticos que puedan guiar cómo se integran en el negocio y cómo los trabajadores los utilizan.
Salda tu deuda técnica
Si bien la encuesta de McKinsey revela un alto porcentaje de adopción de IA, vale la pena señalar que otros informes y encuestas citan cifras mucho más bajas, pero aún significativas. Sin embargo, todos enfatizan una cosa: la adopción aumentará significativamente año tras año.
En tal contexto, las empresas no pueden permitirse el lujo de acumular deuda técnica mientras otras utilizan la IA para avanzar más. Al mismo tiempo, aquellos que se apresuren a adoptar la IA sin un plan o estrategia sólidos también acumularán nueva deuda técnica.
Las empresas necesitan evaluar eficazmente su infraestructura tecnológica actual y sus necesidades comerciales. En esta posición, pueden planificar mejor cómo optimizar su conjunto existente de aplicaciones y recursos, implementar nuevas herramientas y tecnologías de IA y, en última instancia, evitar o reducir su deuda técnica.