Las hembras de tiburones cautivas en un acuario en Italia continúan reproduciéndose por sí solas, sin la intervención de los machos, lo que indica que puede ser un mecanismo de supervivencia vital, sugiere un nuevo estudio.
En el estudio publicado el 26 de julio en la revista Scientific Reports, los científicos documentaron la reproducción asexual repetida en dos tiburones galgo comunes (mustelus mustelus), que están clasificadas como especies en peligro de extinción por la Union Internacional para la Conservación de la NaturalezaLos tiburones suelen vivir en el mar Mediterráneo y otras aguas cálidas, pero están amenazados por la pesca ilegal.
Las dos hembras de tiburones están en cautiverio en el Acuario de Cala Gonone en Italia y han pasado los últimos 14 años alejadas de los machos. Desde 2020, las dos hembras reproducido asexualmentelo que indica partenogénesis facultativa.
Partenogénesis significa «nacimiento virginal» en griego y describe el desarrollo de un óvulo hasta convertirse en descendencia sin fertilización. Aunque es raro entre los vertebrados, este fenómeno se ha observado en reptiles como cocodrilos Y serpientes de agua, anfibios y algo pez.
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Sin embargo, este es el primer caso documentado de partenogénesis facultativa (la capacidad de reproducirse tanto sexual como asexualmente) en esta especie de tiburón. Los investigadores descubrieron que ambas hembras podían reproducirse mediante partenogénesis aproximadamente una vez al año. Según los investigadores, esto descarta la posibilidad de reproducción sexual debido al esperma almacenado.
«Sorprendentemente, este hallazgo revela que la partenogénesis puede ocurrir anualmente en estos tiburones, alternando entre dos hembras, y descarta de manera concluyente el almacenamiento de esperma a largo plazo como causa», escribieron los autores del estudio.
En total, la pareja dio a luz a cuatro bebés. El primer cachorro nació en 2016, pero murió y sus restos no han sido estudiados. Desde entonces han nacido otros tres cachorros, uno en 2020, otro en 2021 y un tercero en 2023. Solo uno (nacido en 2021) sigue vivo. Todos tenían marcas de mordeduras en el cuerpo, lo que probablemente sea la causa de muerte de los cachorros nacidos en 2020 y 2023, según los investigadores.
Para confirmar el origen genético de las crías, los investigadores tomaron muestras de ADN de cada una de las tres crías y las compararon con las de los tiburones adultos. Sus resultados mostraron que, en todos los marcadores probados, las crías tenían genes idénticos a los de su madre.
Este hallazgo resalta la importancia de la partenogénesis como mecanismo de supervivencia en poblaciones salvajes con un número de machos en disminución, dijeron los investigadores.
«Estos resultados mejoran significativamente nuestra comprensión de las estrategias reproductivas de los tiburones y podrían informar los esfuerzos de conservación de especies en peligro de extinción», dijeron los autores del estudio.
Aunque el estudio se centró en los tiburones galgos comunes, se ha informado de partenogénesis en otras especies, incluida tiburones bambú de manchas blancas (Chiloscyllium plagiosum), tiburones cebra (estegostoma tigrinum), Y tiburones hinchados (C. ventrioso).