Los legisladores estatales quieren restringir los modelos de IA para evitar que acaben en los peores escenarios, como cortar la red eléctrica o ayudar a fabricar armas químicas, pero enfrentan la oposición de Meta, Google y otros gigantes tecnológicos.
California considera las regulaciones de seguridad de la IA mientras las empresas de tecnología se oponen a ellas
