Después del debate ampliamente criticado del presidente Joe Biden contra el expresidente Donald Trump, la vicepresidenta Kamala Harris emergió como quizás la más firme defensora del presidente.
Harris, que tiene una fuerte relación de gobierno con Biden, es visto por muchos como el principal sucesor del presidente si abandona la carrera presidencial.
Pero algunos aliados de Harris están frustrados porque figuras demócratas como el gobernador de California, Gavin Newsom, y la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, están siendo promocionadas con más frecuencia que el vicepresidente como posibles reemplazos de Biden en muchos círculos. según Politico.
“El hecho de que la gente siga volviendo a este tema es muy ofensivo para muchos de nosotros”, dijo a la publicación un aliado anónimo de Harris. «Todavía no entienden que el mensaje que le están enviando a la gente, a este Partido Demócrata, es que preferimos a una persona blanca».
Otro aliado dijo a Politico: «Si creen que se van a salir con la suya en Carolina del Sur persiguiendo a una vicepresidenta negra calificada y eficaz, sus instintos son tan malos como pensaba». »
Harris se postuló para la nominación demócrata para las elecciones presidenciales de 2020 y muchos legisladores y votantes tenían grandes esperanzas en su campaña. Pero incluso después de ganar popularidad tras un debate primario en el que criticó a Biden por sus comentarios sobre trabajar con legisladores pro segregacionistas, su campaña fracasó.
Su elección final como compañera de fórmula de Biden fue elogiada por muchos demócratas, particularmente entre los votantes negros del partido, y su apoyo solo se fortaleció después de su elección como vicepresidente.
Harris también es popular entre los votantes jóvenes y se convirtió, con diferencia, en la defensora de los derechos reproductivos más destacada del gobierno tras la decisión de la Corte Suprema de anular Roe v. Vadear.
Pero durante gran parte de su mandato, Harris fue acosada por débiles índices de aprobación Durante sus primeros dos años en el cargo, el coronavirus y un Senado 50-50 la mantuvieron en gran medida en Washington, ya que era necesaria para dividir las votaciones en votaciones importantes.
Y dado su bajo recuento de votos, algunos demócratas han expresado su preocupación de que ella podría no ser la mejor opción para el partido si Biden decide no continuar su campaña.