El giro estratégico de Telegram permite a sus desarrolladores de aplicaciones alinear sus modelos de ingresos con el crecimiento a largo plazo del ecosistema Web3. Al proporcionar servicios críticos de distribución, billetera, infraestructura y soporte, pueden continuar generando ingresos sustanciales y al mismo tiempo contribuir al objetivo más amplio de una Internet descentralizada. Esta relación simbiótica beneficia tanto a TON blockchain como a Telegram, creando una economía digital más sostenible e inclusiva. Telegram siempre ha estado al margen de las grandes tecnologías, desarrollando con éxito una aplicación de mensajería centrada en el usuario en medio de una dura competencia y siguiendo un manual poco ortodoxo: sin publicidad ni hardware, solo una excelente experiencia tecnológica y de usuario. Su orientación impulsada por la misión es similar a una actitud religiosa hacia el enfoque centrado en el usuario de la nueva Internet, que se alinea perfectamente con la revolución de la Web3 liderada por consumidores y desarrolladores.