Una de las decisiones más importantes que deben tomar las empresas es si quieren construir un ecosistema cerrado, propietario o abierto. Aunque este problema suele considerarse exclusivo de las empresas digitales, se aplica a los fabricantes de coches eléctricos, máquinas de café y más. Al tomar su decisión, las empresas deben seguir cuatro principios: 1) aceptar la idea de que la apertura y el cierre son un espectro y no una solución binaria, 2) equilibrar beneficios y costos a través de una gobernanza centralizada, 3) buscar la diferenciación estratégica a través de diferentes niveles de apertura y 4) ayudar a informar a los reguladores sobre las compensaciones que se deben realizar.