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¿Recuerdas esos momentos en los que te encontraste en una encrucijada, debatiendo contigo mismo sobre una elección que desafiaba tus valores personales y tus objetivos profesionales? Usted no está solo. La mayoría de los emprendedores experimentan este tipo de conflicto, pero no todos verbalizan todos estos conflictos.
Este es un campo de batalla complejo, donde las líneas entre el bien y el mal son muy borrosas, y las decisiones que tomes pueden dar forma a tu historia. En este artículo, compartiré algunos consejos valiosos que puede utilizar para afrontar estas situaciones.
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1. Establece tus valores fundamentales
Es fundamental determinar sus valores fundamentales para afrontar los obstáculos éticos. Como líder, valores como la integridad, la transparencia y la sostenibilidad pueden convertirse en sus principios rectores, que usted define no sólo para usted, sino también para su negocio. Cuando estos valores son claros y se comunican correctamente, se convierten en un faro que facilita y mejora la gestión de los procesos de toma de decisiones. La claridad de estos valores sirve como punto de referencia con el que se comparan todas las acciones de la empresa y, así, todos en la organización saben qué se espera de ellos.
2. Comprenda inmediatamente el equipaje.
Una de las habilidades más importantes para cualquier líder es reconocer cuándo las creencias personales entran en conflicto con las decisiones de la empresa. A menudo, el primer signo de un problema ético es un sentimiento de malestar. Este malestar no es sólo una cuestión de emoción, es una señal de tu conciencia, que te indica que tus valores están comprometidos. Es fundamental reconocer esto desde el principio, porque te da tiempo para analizar detenidamente la situación y no tomarás decisiones apresuradas. Esto le brinda la oportunidad de desarrollar una estrategia consistente con sus valores morales.
3. Busque múltiples perspectivas
Los problemas éticos a menudo no dan lugar a respuestas sencillas, y lo que parece correcto desde un punto de vista puede no serlo desde otro. Por tanto, es necesario buscar varios puntos de vista. Conéctese con mentores, amigos o cualquier otro grupo con diferentes percepciones para obtener opiniones más diversas. Un proceso de este tipo puede revelar nuevas perspectivas e incluso aportar soluciones en las que nunca habría pensado. Otro beneficio clave es que garantiza que el proceso de toma de decisiones no se base únicamente en un conjunto de experiencias y contextos, lo que ayuda a evitar el riesgo de sesgo.
4. Evaluar el impacto a largo plazo
Puede resultar tentador en este momento, pero estos atajos tienen efectos a largo plazo. Ante una decisión, es importante preguntarse cuáles serán los impactos a largo plazo: ¿cuáles serán las consecuencias de esta elección en mi negocio en los próximos cinco, diez y veinte años? ¿Esto dañará mi reputación o mis relaciones con los demás? Estos aspectos son cruciales porque facilitan la dinámica del crecimiento sostenible y el cumplimiento de estándares éticos, que generalmente son los pilares de la longevidad.
5. Crear garantías éticas
Para evitar conflictos éticos y tomar decisiones ex post, es decir, coherentes con su ética empresarial, establezca sólidas salvaguardias éticas en sus actividades comerciales. Esto puede ser parte del proceso de creación de un comité de ética o establecimiento de un marco de toma de decisiones centrado en sus valores fundamentales. De esta manera, los principios éticos son prácticamente accesibles a todos a través de la jerarquía organizacional y cada decisión está sujeta a revisión ética.
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6. Sea honesto y abierto con su equipo
La transparencia es la base para establecer y fortalecer la confianza entre los miembros del equipo. Cuando surge una crisis ética, admitir las dificultades y cómo pueden afectar los valores personales y profesionales sienta un precedente de transparencia y apertura. Esta honestidad y apertura se convertirán en un criterio para la cultura de su empresa. No se trata sólo de generar confianza, sino también de ayudar a crear empleados más comprometidos y éticamente conscientes.
7. Integra la ética en tu marca
Hoy en día, los consumidores están cada vez más dispuestos a comprar a empresas que tienen un código de ética. Incorporar la ética en la historia de su marca hará que su negocio se destaque y aumentará la confianza del consumidor. Esta sinergia crea una conexión más profunda con el público, porque siente que está interactuando con una marca que refleja sus virtudes.
8. Prepárese para tomar decisiones difíciles
Equilibrar la ética personal y las decisiones comerciales a veces requiere tomar decisiones difíciles. Esto puede implicar rechazar oportunidades atractivas o romper la cooperación con socios eficaces. Estas decisiones siempre son difíciles, pero generalmente deben tomarse para preservar su integridad. El respeto y la lealtad que se obtienen de los clientes y empleados al tomar estas decisiones a menudo pueden superar con creces los costos involucrados.
9. Piensa y memoriza cada decisión
Cada decisión es una experiencia de aprendizaje. Analizar la efectividad de sus elecciones (qué funcionó, qué no y cómo puede mejorar) ayuda a mejorar sus habilidades para tomar decisiones. Este proceso de aprendizaje es de suma importancia para abordar futuras cuestiones éticas con mayor éxito y confianza.
10. Predicar con el ejemplo
El liderazgo se trata más de practicar lo que predicas que de dar órdenes. Al tomar constantemente decisiones que respeten sus principios éticos, se convertirá en un modelo eficaz para su equipo. Este estilo de liderazgo no sólo cultiva un clima ético positivo, sino que también inspira a su equipo a mantener estos estándares en su propia toma de decisiones.
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No es fácil navegar en aguas peligrosas donde chocan los valores personales y las decisiones comerciales. Sin embargo, si se mantiene fiel a sus valores fundamentales, busca opiniones diferentes y considera tomar decisiones difíciles, puede estar seguro de que su negocio no solo prosperará sino que también contribuirá positivamente al mundo que lo rodea.
Recuerde, el objetivo de su negocio no es sólo tener éxito, sino crear un negocio que defienda sus valores. Este enfoque no sólo resuelve conflictos, sino que los transforma en oportunidades de crecimiento. Confía en tu ética y construirás un mejor mundo empresarial con empresas más éticas y exitosas.