Los últimos 24 meses han sido una época muy extraña para SaaS y la nube.
Partes de la industria están en auge, impulsadas por un gasto sin precedentes en IA. Otros, más vinculados a la economía del consumidor final, están experimentando un fuerte crecimiento, desde Shopify hasta Toast y Canva. Y las partes que venden B2B2B “tradicional” en el sector tecnológico suelen ser las que más sufren. Muchos vieron su NRR caer muy por debajo del 100%, el número de nuevos clientes netos se redujo a casi cero y el crecimiento cayó al 10% o menos. Es brutal.
Muchas personas de esta última categoría están esperando que termine la “crisis”. Y tal vez lo haga.
Pero el hecho es que a nivel macro no hay una gran desaceleración:
- El gasto en SaaS y en la nube continúa creciendo un 20 % este año
- Las empresas que se centran en las tendencias que impulsan el gasto están en auge. Wiz, ladrillos de datos, etc. están experimentando un crecimiento sin precedentes.
- El gasto en IA roba el presupuesto de otros servicios. Pero por una buena razón: los CIO y otros buscan eficiencia en la IA, no herramientas de flujo de trabajo más genéricas.
Gartner: el gasto en SaaS se está acelerando y alcanzará alrededor de 300 mil millones de dólares en 2025
¿Cuál es mi argumento? Es momento de adaptarse, no de esperar a que el mercado lo haga. Los gastos siguen ahí. Es solo que:
- Las expectativas sobre el dólar TI son más altas que nunca. Espera aún más eficiencia y más automatización. Así que ofrece más. Más productos, más funciones.
- Menos impactado fuera del sector tecnológico. Por tanto, debemos diversificarnos más rápidamente.
- Se esperan importantes ganancias de eficiencia de la IA. Por eso hay que estar un paso por delante. No seas un escéptico aficionado.
Es hora de adaptarse al nuevo mundo en el que vivimos hoy. Las cosas cambian cada 4 o 5 años en tecnología, incluidos los hábitos de compra. Los dólares todavía están ahí para gastar en SaaS. Simplemente se gastan de manera diferente. Es hora de escalar rápidamente su producto en función del gasto. Y no seguir esperando más de 3 años a que termine la “crisis”.