Dennis Porter, fundador del Fondo de Acción Satoshi, reveló un proyecto de orden ejecutiva redactado para que el presidente electo Donald Trump establezca una reserva estratégica de Bitcoin (BTC) dentro del Fondo de Estabilización Cambiaria (FSE).
La orden permite una asignación inicial de hasta el 2% del valor total de la cartera del FSE durante un período piloto de 18 meses. Además, utilizaría BTC en poder del gobierno de EE. UU. como base de la reserva.
El proyecto de decreto establece una hoja de ruta para integrar Bitcoin en el FSE, un fondo utilizado tradicionalmente para estabilizar el dólar estadounidense y responder a crisis macroeconómicas. También describe un marco para integrar Bitcoin como un activo de reserva similar a una moneda extranjera y al mismo tiempo poner fin a las subastas de Bitcoin confiscados en poder de las autoridades estadounidenses.
Proyectos de sugerencia
Entre sus disposiciones clave, el Tesoro de EE.UU. estaría autorizado a adquirir, mantener y gestionar Bitcoin como parte de la cartera del FSE. Además, Bitcoin recibiría el mismo trato que las reservas de divisas, como el oro o las monedas extranjeras.
Además, el borrador sugiere que el Tesoro establezca un grupo de trabajo para desarrollar sistemas de custodia que garanticen la gestión segura de las tenencias de Bitcoin. Esto incluye evaluar soluciones que brinden al Tesoro acceso directo a las reservas y aprovechar la infraestructura de custodia existente, como los sistemas utilizados actualmente por el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos (USMS).
La propuesta pondría fin a la subasta de Bitcoins confiscados por parte del USMS. En cambio, aproximadamente 200.000 BTC actualmente en poder de los Estados Unidos – valorados en 20.600 millones de dólares a 103.000 dólares por Bitcoin – servirían como base inicial para la reserva estratégica de Bitcoin.
El proyecto también incluye mecanismos sólidos de supervisión para equilibrar la innovación y la rendición de cuentas. El Tesoro emitiría informes semestrales que detallarían las transacciones, tenencias y estrategias de gestión de riesgos de Bitcoin para el Congreso y el presidente.
Además, el Inspector General del Tesoro y la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) realizarían auditorías periódicas, con resúmenes públicos anuales para garantizar la transparencia.
Legislación que revive
Aunque el FSE proporciona un vehículo inicial para las reservas de Bitcoin, el proyecto reconoce que puede no ser una solución permanente.
En un plazo de 24 meses, el Tesoro deberá proporcionar al Congreso un informe completo que describa las limitaciones y beneficios de utilizar el FSE como custodio de Bitcoin, marcos alternativos para gestionar las reservas y recomendaciones legislativas para incluir la reserva estratégica de Bitcoin en la ley federal de EE. UU.
La propuesta enfatiza que la creación de una reserva de Bitcoin no interferiría con la independencia de la Reserva Federal a la hora de establecer su política monetaria. Esta disposición aborda las preocupaciones de que la integración de Bitcoin pueda complicar los marcos monetarios tradicionales o socavar la confianza en el dólar estadounidense.
Más bien, al aprovechar la posición de Bitcoin como activo global no soberano, la propuesta apunta a proteger contra riesgos macroeconómicos, estabilizar el dólar y posicionar a Estados Unidos como líder en innovación financiera.
Si se aprueba, sería la mayor adopción gubernamental de Bitcoin hasta la fecha, con profundas implicaciones para la industria de activos digitales, la política económica de Estados Unidos y las prácticas de reservas globales.